viernes, agosto 27, 2004

2004, el año desierto

Comienzo este registro cotidiano reconociendo que este año es un desierto, no sé si un desierto de arena o un desierto de nieve, pero en definitiva no hay vida a mi alrededor.

Sin tiempo para mi, ni para mis amigos, sólo me queda llegar al fin de este recorrido que tanto prometí­a y que en tan poco se realizó.

En 2005 confí­o en tener más cosas que contar.

Carlos en el desierto.