Estoy Contento, Mal Poema
Cuánto trabajo cuesta hablar de cosas buenas,
lo trágico casi siempre rima,
la tristeza tiene melodía
y el dolor se acomoda en cualquier línea.
Por eso, éste no puede ser un poema,
mucho menos uno bueno o que conmueva;
solamente es un pretexto, un acto de soberbia:
quiero que quede escrito de alguna manera
que estoy contento, que hoy las horas no me pesan,
que esta vez soy cascada,
corazón que se sale del pecho,
niño con cosquillas, sol de mayo, abeja.
No hay lluvias melancólicas, ni lunas llenas;
hay jardines regados con agua de manguera,
niñas con vestidos nuevos,
novias de labios pintados,
personas amables,
tardes frescas.
Que sirvan para los días de soledad violenta,
para las noches en vela y las horas de impaciencia
y, mientras, que no sirvan para hacer ningún poema.
Fénix 36
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