Estudiantes de Filosofía
Para Abigail, pensando en lo que no fue
Bellas mujeres imperfectas,
adolescentes de piel rosada,
niñas inexpertas de sonrisa coqueta,
se mojan el cabello rizado que les llega a los pechos,
estudian Filosofía o Arte Dramático,
juegan a que saben lo que dicen
y no importa su ignorancia,
su blusa blanca las salva,
la falda de colores, larga y entallada,
que lean a Bukowski y a Henry Miller a las cuatro de la mañana.
Una rubia de piernas largas y robustas
con sus ojos azules y recostada en la mesa;
otra joven pequeña de pantalones chiquitos, con trenzas,
toman café y encienden cigarrillos mientras hablan de Nietzsche.
En diez años serán profesoras o estarán casadas,
quien sabe si las dos cosas.
Éste es el momento adecuado de encontrarse en sus vidas,
de descansar a su lado y abrazarlas durmiendo.
Quiero para mi una de estas niñas adultas,
jugar con sus cabellos y quitarle la ropa,
perder el tiempo un día sin pensar en trabajo,
ir con ella a comprar libros de filosofía,
que me hable de Beauvoir con vehemencia,
aunque en el cine le fastidien las películas francesas.
Una de estas lindas imperfectas
que entre en la cafetería y se siente en mi mesa,
que espere a que termine de escribir sobre ella
y me pida que salgamos, que toda la tarde es nuestra.
Fénix 36
2 comentarios:
WOW... el sutil encanto de esas "niñas" siempre me ha erotizado de un modo similar al que describes... lamentablemente... su locura tiende a desquiciarme.
saludos!
Muy bueno, esas mujeres son algo de cuidado amigo.
Un abrazo
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